Y allá van,
después del amor,
separándose,
quién sabe si para siempre.
Ellos lo desconocen,
pero se deshacen
para mejor saberse
y cumplir su misión.
Como el agua se reparte
ella misma
para ser agua
y dar de beber.
viernes, 27 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Otro poema delicioso. ¿No iba a sacar usted un libro...?
Sí, el 14 de agosto lo presento en Logroño. Ya falta menos.
Publicar un comentario