martes, 29 de julio de 2008

Gloria Fuertes

Tu nombre

I

Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes.
Me creo que da buena suerte;

Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima nada más que tu nombre.

II

Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 24 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
–Siempre dice lo mismo– dirían a mi paso,
y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante.

Y me iré al otro mundo con tu nombre en mi boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
–los jueces y los santos no van a entender nada–.
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.


Siempre hay alguien

Quitaros esa máscara,
la tristeza no es más que una careta
puede durar tanto como tardes en quitártela tú mismo,
prueba.
Estás provocándote llanto artificial hermano,
he dicho hermano y debí decir amante.

Nos cogemos las manos y no decimos que se siente nada.
Poco a poco se va mezclando nuestra sangre en los encuentros.
Un buen día acabaremos por ser la misma cosa.
Libres somos.
Frecuentamos el dolor porque queremos,
como pudiéramos frecuentar el parque.
Hablamos de mutuas soledades,
hablamos de aventuras que tuvimos,
de que todo está lejos,
de que es difícil.

Y nunca hablamos de esto maravilloso que nos va convirtiendo en ramas.

¿Quién dijo que la melancolía es elegante?
Quitaros esa máscara de tristeza,
siempre hay motivo para cantar,
para alabar el santísimo misterio.
No seamos cobardes,
corramos a decírselo a quien sea,
siempre hay alguien que amamos y nos ama.

jueves, 24 de julio de 2008

Programa de Agosto Clandestino

Mi hermano de sangre David Eloy Rodríguez y un servidor nos iremos a tierras riojanas para la presentación de sendos libros de poemas que nos publica 4 de Agosto, acto que se encuadra en la programación llamada Agosto Clandestino, que cada año organiza esa misma editorial. Aquí os dejo el programa completo:

Jueves 31 Julio:20.00 h. Biribay Jazz Club: Presentación del poemario Tankas de pájaros con la presencia de su autor, el poeta chileno Benjamín León. Presenta la poeta Sara Castelar Lorca.

Sábado 2 de agosto:20.00 h. La Gota de Leche: Presentación del festival, a cargo de la poeta Carmen Beltrán Falces, seguidamente, presentación del poemario Ciudad de mármol de Octavio Gómez Milián. Presenta la poeta Nerea Ferrez.
Vino de inauguración.22.30 h. Biribay Jazz Club: Concierto del grupo zaragozano Experimentos in da notte.

Jueves 7 de agosto:20.00 h. La Gota de Leche: Presentación de los poemarios Explosiones controladas S.L. de Manuel Moya y Miscelánea de Vicent Camps. Presenta la poeta Sonia San Román Olmos.

Viernes 8 de agosto:20.00 h. Biribay Jazz Club: Poetas para todos de Vicent Camps.

Jueves 14 de agosto:20.00 h. La Gota de Leche: Presentación de los poemarios Los huidos de David Eloy Rodríguez y Comprensión de la penumbra de Iván Mariscal.Presenta el poeta Íñigo San Sebastián Barja.

Jueves 21 de agosto:20.00 h. La Gota de Leche: Presentación de los poemarios Vida de Mario de Antonio Lombillo y Del miedo y las estrellas de María Inmaculada Fernández Barjola. Presenta el poeta Enrique Cabezón García.

Jueves 28 de agosto:20.00 h. La Gota de Leche: Presentación de los poemarios Ritual de la luz de Carlos Alcorta y Una ruta de junio de Rafael-José Díaz. Presenta el poeta Odón Serón Zabala.

Sábado 30 de agosto:20.00 h. Biribay Jazz Club: Presentación del poemario Una casa en propiedad de Regis Muskiz (César Velasco Broca). Visionado de su trilogía de cortometrajes Echos de Buchrücken. Presenta el poeta José Luis Pérez Pastor.
22.30 h. Biribay Jazz Club: Presentación del disco Ciudad del gallo del grupo logroñés Tarangallo.

lunes, 14 de julio de 2008

El lema del último encuentro miki en Moguer

Juan Jamón Jiménez no tiene rabo
porque don Antonio Machado se lo ha cortado

domingo, 13 de julio de 2008

Memoria

Nunca olvidaré lo que vieron mis ojos
y cada momento que viví espera
su turno, indiferente, en lo que bien pudiera ser
un cuarto oscuro suspendido en el abismo.

Pero recordar es otra cosa muy distinta.
Recordar, lo que se dice recordar,
sólo recuerdo haber pedido auxilio, ayuda,
algunas veces desesperado, otras contenido,
la mayoría de las veces en silencio.

Pero siempre con los ojos bien abiertos,
como carbones encendidos, esperando.

Jugar con fuego

Yo tengo cuatro claveles
uno por cada motivo:
el encuentro, tu mirada,
mi secreto, nuestro olvido.
Estoy jugando con fuego
y en la yema de los dedos
tengo el tacto de los días
tengo el tacto de las noches
tengo el tacto de los dos.

Es inmoral, sentirse mal,
por haber querido tanto.
Debería estar prohibido
haber vivido y no haber amado.
Por eso, tirame un beso
que sigo preso de nuestro encierro.

Si me quedé sin aliento
y no pude dar contigo
va a venir la noche negra
para quedarse conmigo.
Porque jugando con fuego
puede ser que te lastimes
puede ser que te lastime
puede ser que sufra un poco
y nos quememos los dos.

Es inmoral, sentirme mal,
por haber querido tanto.
Debería ser prohibido
haber vivido y no haber amado.
Por eso, tirame un beso
que sigo preso de nuestro encierro.
Jugar con fuego.
Andrés Calamaro

jueves, 3 de julio de 2008

Contra Jaime Gil de Biedma

Aquí empiezo una nueva sección con los poemas que me hubiera gustado escribir. Para empezar, nada mejor que este texto del poeta español del siglo XX que más me gusta –sí, y cuento a Lorca y a Machado, oh hereje–. Además, le tengo especial cariño porque gracias a él conocí a don Miguel Ángel García Argüez, al que tanto quiero, admiro y respeto. Y es que cosas así pasan muy pocas veces en la vida. Este poema forma parte ya de mis entrañas, por lo que he contado y por lo que cuenta.



De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

Jaime Gil de Biedma