uno por cada motivo:
el encuentro, tu mirada,
mi secreto, nuestro olvido.
Estoy jugando con fuego
y en la yema de los dedos
tengo el tacto de los días
tengo el tacto de las noches
tengo el tacto de los dos.
Es inmoral, sentirse mal,
por haber querido tanto.
Debería estar prohibido
haber vivido y no haber amado.
Por eso, tirame un beso
que sigo preso de nuestro encierro.
Si me quedé sin aliento
y no pude dar contigo
va a venir la noche negra
para quedarse conmigo.
Porque jugando con fuego
puede ser que te lastimes
puede ser que te lastime
puede ser que sufra un poco
y nos quememos los dos.
Es inmoral, sentirme mal,
por haber querido tanto.
Debería ser prohibido
haber vivido y no haber amado.
Por eso, tirame un beso
que sigo preso de nuestro encierro.
Jugar con fuego.
Andrés Calamaro
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