Nunca olvidaré lo que vieron mis ojos
y cada momento que viví espera
su turno, indiferente, en lo que bien pudiera ser
un cuarto oscuro suspendido en el abismo.
Pero recordar es otra cosa muy distinta.
Recordar, lo que se dice recordar,
sólo recuerdo haber pedido auxilio, ayuda,
algunas veces desesperado, otras contenido,
la mayoría de las veces en silencio.
Pero siempre con los ojos bien abiertos,
como carbones encendidos, esperando.
domingo, 13 de julio de 2008
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1 comentario:
Como carbones encendidos. Ay. Como carbones encendidos...
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