Fíjate, es falsa su tranquilidad,
sus maneras de eficaz funcionario,
ese aplomo que muestran convenciendo.
Las mentiras se les caen como baba,
son reductos de un mundo que debió morir,
hablan con el último grito del dinosaurio.
¿No te has dado cuenta aún? Les tiembla
el viejo corazón bajo la corbata,
se les agita el asco al besar a los niños.
Son calaveras que hablan de futuro,
el último estertor de un moribundo,
el ruidoso patalear de un ahorcado.
Ellos saben que está cerca su fin
pero ejercen su oficio: disimulan,
construyen flores de cartón,
avivan fuegos de madera.
Fíjate bien y dime que es verdad,
dime que compruebas lo que te digo,
dime que compartes lo que vi.
Sabes que ellos me dejaron ciego,
que sólo tengo tus ojos para saber.
Dime que el mundo se ha dado cuenta.
Y él contestó por fin al agradecido viejo,
aparentando aplomo, temblándole el pecho,
cayéndole la baba
mientras decía que sí.
miércoles, 23 de enero de 2008
Lázaro y el ciego (ahora que se acercan las elecciones y dicen que estamos en una crisis económica planetaria)
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1 comentario:
siento miedo porque haces que me estremezca cuando, desde lejos, te leo de cerca
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