Llega el tiempo de dejar de cantar
a los amores perdidos,
a la belleza de la luz sobre el mar
cualquier tarde de abril.
Es el tiempo de empezar a pensar
en lo que se nos exige.
Hoy no quiero la canción que se va
con un beso a dormir.
Hoy hablaré de lo que importa luchar,
de despertarnos del sueño
que nos vendieron como realidad
y resultaba que era su disfraz.
Hablaré de que hay que resucitar
y levantarnos los muertos.
Sabemos todos que no puede tardar
el día de su juicio final.
El día en que por fin juzguemos al juez
y soltemos los perros.
El día en que comencemos a ver
que estábamos ciegos
de ver viento.
Nos enseñaron que era la verdad
lo que a veces no es cierto,
que la vida no era mucho más
que aprender a morir,
que la virtud era una propiedad
en el centro del miedo.
Como niños en la oscuridad
nos sentimos vivir.
Hablemos pues de lo que importa luchar
y despertarnos del sueño
que creímos era realidad
y resultaba que era su disfraz.
Por eso hablemos de resucitar
y levantarnos los muertos
que sabemos que no puede tardar
el día de su juicio final.
El día en que por fin juzguemos al juez
y soltemos los perros
el día en que comencemos a ver
que estábamos ciegos
de ver viento.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
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3 comentarios:
Por fin!!! "El día en que por fin juzguemos al juez
y soltemos los perros
el día en que comencemos a ver
que estábamos ciegos
de ver viento". Qué grande, querido
Emocionada
Vagabundeando por txocos ajenos, he dado con este poema que encantó.
Asumo de verdad, todo lo que dice.
Adelante.
Un abrazo amigo
Todo un placer y un orgullo que os guste.
Otro abrazo para ti, María Socorro.
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